La
humanidad se encuentra amenazada por una especie extraterrestre conocida como
los “insectores” que, al parecer, pretende colonizar la Tierra y exterminar nuestra
especie. No se sabe mucho sobre ellos ni se ha podido establecer algún tipo de
contacto, tan solo existe la certeza que un tercer ataque se avecina y que se
tiene que buscar la manera de impedirlo, puesto que casi no sobrevivimos al
último. Frente a ello, la humanidad se aferra a una idea, el fin justifica los
medios, y se tiene que hacer todo lo posible para conseguir nuestro fin último:
la sobrevivencia.
“El
fin justifica los medios” es la idea central que resume la trama y los dilemas
personales de los personajes principales de El juego de Ender (1985), novela
escrita por Orson Scott Card. Andrew Wiggin, también conocido como Ender, es un
niño de 6 años -cuando comienza la novela- que es seleccionado por sus
capacidades genéticas, mentales y psicológicas para convertirse en el futuro
comandante de la flota espacial que enfrentará a los insectores durante su
tercera invasión. En realidad no es el único niño seleccionado, hay decenas de
niños que vienen siendo escogidos en todo el mundo para ocupar ese cargo. Varios
ya han fracasado antes mientras que la gran mayoría termina siendo entrenada
como oficiales de la flota espacial. Sin embargo, Ender parece reunir las
cualidades principales que lo pueden convertir en el redentor de la humanidad,
aunque no se tiene mucho tiempo para prepararlo. Por eso, se le somete a las
situaciones más extremas posibles que le permitirán desarrollar sus habilidades
como comandante de una flota y, por ende, como estratega militar.
En
el fondo, Ender está sometido a severas cuestiones éticas en torno a la
sobrevivencia de la especie humana, puesto que esta posibilidad parece erigirse
como resultado de la aniquilación de la especie rival. Si bien es cierto, en
principio, se trata de una actitud meramente defensiva. La idea de aniquilar a
otro ser vivo implica, paradójicamente, el fin de lo que se quiere preservar:
la humanidad. Asimismo, el éxito de su empresa es visto como una iniciativa
meramente individual y no como el resultado de un trabajo colectivo. Incluso,
esta oposición se mantiene dentro de la trama principal de la novela: la
humanidad vista como un conjunto de individualidades que se enfrenta a los
insectores que funcionan como una colmena, un colectivo. Es la individualidad
lo que salva a los seres humanos, idea que parece enfatizar el autor.
El
juego de Ender (1985) es sin duda una de las novelas más apasionantes que he
leído hasta el momento de la ciencia ficción. A pesar de que tiene inicios
bastante flojos en la mayoría de sus capítulos, que pretenden profundizar en la
psicología de los personajes secundarios que van manipulando a Ender, logra
desarrollar un relato sumamente entretenido sobre la evolución de su personaje
principal. No solo se trata de la narración de una serie de aventuras sino
también del desarrollo psicológico de Ender, que sin ser pretencioso logra
recrear ante la mirada atenta de cualquier lector, a un personaje verosímil.
Lamentablemente,
esta obra también tiene uno de los finales más decepcionantes que haya leído. Esto
va de la mano con esta tecnología denominada como “ansible” que permite las
comunicaciones a tiempo real entre los seres humanos que se encuentran en
distintos puntos del universo. Tecnología que directamente colisiona con todas las leyes físicas
conocidas actualmente, sin mediar explicación al respecto. Esto permite, casi
por arte de magia, que se pueda comandar a las flotas espaciales desde la
distancia, a control remoto, pese a que las flotas están compuestas por seres
humanos que pilotan cada una de esas naves. De esta manera, el factor humano
dentro de esas batallas espaciales de opereta queda reducido a su mínima
expresión, con lo que la novela pierde mucha fuerza en su trama y más parece
asemejarse a un videojuego.
Pese
a esto, recomiendo ampliamente leerla, aunque no me hago muchas expectativas
con el resto de novelas que componen esta saga.
- Me acabo de enterar que en noviembre de este año se estrenará una película basada en esta novela. Así que habrá que estar atentos a su estreno puesto que promete ser interesante.
- Aquí hay una reseña interesante de Sergio Mars sobre esta novela. Sergio recomienda a esta novela para los que quieran iniciarse en el género.
- Aquí hay otra reseña, esta vez de Jorge Vilchez, quien nos plantea las semejanzas de la obra con la historia griega clásica.
- Aquí otra reseña más sobre las implicancias temáticas que se abordan en la novela: URSS, realidad virtual.